cuando era niña,los días volaban.
era más fácil soñar,crear mundos y creer en las hadas.
no echo de menos la comodidad de no pensar en nada más que en lo que tenía delante,pues si algo hace soportable la idea de crecer,es el hecho de ir descubriendo y conociendo gente ,lugares y como no,a mi misma como antes no podría haber hecho.
pero hay cosas que preferiría no haber aprendido.
pues,llegó el reloj.mi primer reloj.con el llegaron mis limitaciones,mis responsabilidades y mi dependencia a unas agujas que marcarían y regirían mi vida para siempre.
que ironías;
ahora tenía un reloj,
pero antes...
tenía el tiempo.